jueves, 17 de mayo de 2012

Nublado de ti

Puse la mirada en el cielo,
era una noche de invierno,
podía observar claramente las estrellas,
pero no veía realmente ninguna de ellas,

Sólo tu rostro,
sólo tu imagen,
acaparabas mi cielo,
acaparabas todo mi ser con tan sólo imaginarte.

Aquella noche el viento mecía la hierba y las hojas,
recordándome tus dulces cabellos,
cuando deslizaban suavemente entre mis dedos,
mientras yo me quedaba mirándote cuando te marchabas,
dejando tu pelo se arrancancó una parte de mi alma,
una última despedida,
una última mirada.

Recuerdos y mas recuerdos,
lágrimas dulces y de amargura,
juntos pasamos buenos y malos momentos,
pero nada es eterno,
por ello seguiré suspendido en el tiempo,
nada es por siempre,
pero sí perduraron mis sentimientos.

Formaste parte de mi y de mi vida,
ahora recordándome todo a ti,
y si de ello algo aprendí,
es que las personas somos una mitad
y solos nada.

Te seguiré esperando,
te seguiré recordando,
te seguiré proyectando,
porque aún te quiero.

De nada me arrepiento más que de haberte fallado,
yo aún estoy aquí,
cabizbajo y arrepentido,
por haberte dejado ir,
aún te amo.

Flor de nieve

Fuerte resplandor al amanecer,
estaba todo nevado 
y sin antes haberme percatado,
una flor por la ventana divisé.

Salí de casa y me acerqué,
era una rosa blanca,
crecía de entre la nada
y yo con desespero y mi pala
de la nieve la aparté.

No lo entendía,
¿Como pudo crecer sola?
No era su momento,
sin embargo ella ahí estaba,
aún siendo muy temprano,
era una rosa florecida,
nadie lo hubiese imaginado.

Rosa blanca de la nieve
¿Que te sucedió?
¿Como naciste en invierno?
Entonces ella me susurró.


Soy un sentimiento,
una respuesta a tus lágrimas,
por tu felicidad, 
que no se alcanzó en ningún momento.

Eres un corazón solitario,
al igual que yo entre la nieve,
no tuvimos el momento
ni el lugar adecuado,
pero no te preocupes por mi,
crecere aquí,
cerca de ti por siempre.

Levántate, tu tienes un futuro,
no te des por vencido,
te lo aseguro.

Algún día vendran por tí,
al igual que tu te percataste de mi.
Crecí de tus lágrimas en la adversidad,
por eso no me falles,
sé que tu también lo puedes lograr.

Contesté,
rosa de entre la nieve,
por mi naciste sola en invierno,
ahora se que eres una pequeña parte de mi
y de mis sentimientos.

Ven a mi cálido hogar,
tu lugar no es aqui,
deja de ya padecer,
allí te voy a cuidar.

En la vida tenemos nuestros malos momentos,
pero en compañía se hacen mas amenos.
Tu felicidad es la mia y la mia es la tuya,
porque nacimos y somos la misma esencia.

Ahora solo miraremos hacia delante,
continuaremos y creceremos juntos
y aunque hemos nacido en momentos distintos,
no hay diferencia para poder compartirlos,
porque al fin y al cabo somos lo mismo,
gracias por mostrarme mi largo camino.